Un placer conocerte. Soy Álvaro, lector y escritor de Fantasía. Y mi «yo» de doce años te habría dicho que leer es un rollazo.
No le culpo.
A ese pobre niño, que venía de devorar decenas de libros de Pesadillas y los primeros de Harry Potter, le obligaron a leer un ladrillo histórico de mil doscientas páginas en el colegio. Doce años, mil doscientas páginas de la España medieval.
Seguro que a muchos les habría gustado, pero para mí fue un suplicio. Me pasé dos años sin leer después de eso.
Permíteme que avance en la historia a cuando casi era mayor de edad. Ahí me encontraba con una historia que rondaba mi cabeza desde hacía años, pero tuve un profesor que me repitió muchas veces que no sabía expresarme y que no sabía escribir. Y le acabé creyendo.
Tardé más de seis años en lanzarme a rellenar una página en blanco con mi historia.
Pero, perdóname, esta no es la historia de mis fracasos ni de mis demonios personales. Esta es la historia de lo que me ha hecho ser quien soy. Y para contarla sin ser parcial (y un poco derrotista, por cierto), tengo que hablarte también de lo bueno.
Dos años después de aquella lectura obligada, me obligaron a leer otro libro: La Fraternidad de Eihwaz, de César Mallorquí. Un libro que me reconcilió con la Literatura para siempre.
Seis años después de aquel profesor de Lengua conocí a Natalia, que me animó a machacar las teclas de mi ordenador si realmente tenía esa inquietud. ¡Y menos mal que le hice caso!
Pero esas son solo las dos anécdotas que revirtieron dos (pequeñas) malas experiencias. Hay miles de ellas buenas. Mi madre, que trabajando y estudiando encontraba tiempo para leer sin quedarse dormida. Mi padre, quien siempre andaba creando documentos de Word con sus historias…
¿Me gustaría ser de esos que siempre han leído mucho y bien? Sí, ya lo creo. Me da mucha envidia escuchar las historias tan inspiradoras que se leen por aquí.
Pero yo tuve mis más y mis menos. Quiero pensar que un poco como la mayoría.
La pregunta que quiero que me hagas es: ¿y por qué sigues aquí? Ah, buena pregunta, buena pregunta…
Porque la literatura es una máquina del tiempo y un teletransportador, es un pensadero para acceder a otras mentes y una forma de cambiar pieles.
Y por eso estoy aquí ahora. Por eso quiero que compartamos este lugar, tú y yo. Porque sé que la lectura, en el mundo de la frase atropellada y el efecto especial barato, no es un hobby que esté de moda.
Pero es más fácil cuando no nos lo guardamos para nosotros. Es más sencillo cuando nos dejamos aconsejar por los demás. Porque así puedo recomendarte que vivas la vida de Harry, de Victoria o de Katniss. Y tú puedes descubrirme a John, a Raoden o a Monza.
Porque hay un sinfín de mundos ahí fuera, más de los que podremos descubrir. Pero si los compartimos unos con otros es más difícil que nos perdamos los mejores. ¿Te animas a quedarte conmigo? ¡Empieza echando un vistazo al blog!