Cardcaptor Sakura, conocida en España como Sakura, cazadora de cartas, es un manga y anime creado por CLAMP que marcó a toda una generación. Publicada en Japón en mayo de 1996 en la revista Nakayoshi y terminada en junio en el 2000, nos contaba la historia de Sakura Kinomoto, una joven que libera por accidente unas cartas mágicas y debe cazarlas de nuevo para evitar que el caos se desate sobre su ciudad.
Pero si estás aquí asumo que ya sabías todo esto. Y si no, ahí va una advertencia: voy a hablar sobre mi re-visionado de la serie tras más de 15 años desde la primera vez, y puede haber spoilers de todo tipo, raza y condición.
Y ahora que he avisado, podemos pedirle a la llave que oculta los poderes de las tinieblas que nos revele la naturaleza de su verdadero poder. Se lo puedo ordenar por el rango bloguero que me ha sido otorgado.
O no.
También puedo empezar y ya está.
Sakura y una elevada dosis de nostalgia
Comprender lo que he sentido viendo esta serie tras tantos años, es solo posible si se entiende a la luz de lo que me gustó la primera vez, cuando tenía unos siete u ocho años y me encantó de principio a fin. Esas tardes de verano interminables en las que mi hermana y yo contábamos los minutos que faltaban para el capítulo, y como se esfumaba cuando llegaba, tan rápido que casi ni nos enterábamos.
Ver de nuevo la serie ha sido volver a esos veranos de los años 2000. A esas series de Baja Fantasía que nos descubrían la magia en cada rincón de la vida más cotidiana.
¿No sabes qué es la Baja Fantasía? Consúltalo en uno de mis mejores artículos hasta la fecha.
Y como buen recuerdo millenial, entré a verla con expectativas pero siendo consciente de la ristra de años que han pasado desde que la vi.
Y entendido eso, os puedo dar las dos claves que conducen a si recomiendo o no este anime.
Cuando todo anime era un contraataque de Oliver y Benji
He visto varios animes de mi época, y todos tienen el mismo fallo: son lentos de narices.
Sakura no es una excepción, y me temo que quien se siente delante de esta serie debe hacerlo siendo consciente de que las cosas que quieres que vayan más rápido van despacio (como la relación entre sus personajes), y las que quieres con más detenimiento, vuelan (como las peleas contra las cartas).
Cardcaptor Sakura es una serie lenta en su evolución de personajes y narrativa, con conversaciones que o bien son repetitivas (salieron en capítulos anteriores pero, como antes no había Netflix, te repetían las cosas hasta aburrirte por si te habías perdido algo), o bien repiten exactamente la misma estructura (un personaje realiza un cumplido a otro, este último se sonroja y le resta importancia, el que lo hizo se reafirma), o incluso algunas que rozan el ridículo.
No le pidamos tampoco demasiado en este aspecto, las historias antes se hacían de otra manera. No en vano, el manga de Sakura recibió un par de premios bastante gordos como uno de los trabajos más destacables de su temporada. Simplemente ahora las cosas han cambiado, y los ritmos narrativos son más frenéticos.
No obstante, es una serie ideal para ponerte mientras haces algún trabajo mecánico, que te permita atender pero que no pase nada si te pierdes 10 o 20 segundos de vez en cuando. Además, hay que reconocer que la serie tiene puntos bastante graciosos.

Por último, me gustaría aclarar que, habiendo criticado antes que todos los personajes sean una copia cuando reciben un cumplido, esto obedece a que la serie transcurre en Japón, en una región ficticia llamada Tomoeda. Japón es un país con una cultura muy distinta a la del resto del mundo, donde la humildad, el trabajo duro y el respeto a los demás es tan inherente a su forma de relacionarse que podría resultar forzado en otros países.
Pero gracias a que la serie es una fiel representación de esta idiosincrasia, es un producto que me encantaría que mis hijos vieran con la edad con la que yo la vi, porque exhibe a modelos de comportamiento cuyo motor principal es el esfuerzo, el respeto y la humildad.
Y ahora que hablamos de valores, vamos a la segunda clave.
Sakura y la carta (adelantada a su) tiempo
Cardcaptor Sakura muestra las formas de hacer anime de su tiempo, lo cual no es de extrañar.
Lo que extraña es más bien lo contrario.
Que una serie se adelante 20 años a lo que va a ocurrir y a qué valores van a permear en la sociedad no es algo muy corriente, y aquí tenemos un ejemplo buenísimo.
Sakura empieza desde el primer capítulo confesando su amor por Yukito. Y aunque parece que todo va a girar en torno a este amorío infantil (no digo adolescente porque Sakura aún ni siquiera lo es), descubrimos cerca de una decena de cuelgues más entre sus distintos personajes.
Y lo curioso no es eso, que en Física o Química o La Isla de las Tentaciones hay bastantes más, lo curioso (y positivo) es que estas relaciones amorosas jamás son adjetivadas más allá de lo que son, ni se define a los personajes a partir de ellas.
Pongo varios ejemplos:
- Yukito y Touya. Ya hemos dicho que Yukito es el crush de Sakura. Y ni siquiera lo es por ser bastante mayor que ella a una edad donde se nota enormemente la diferencia. Es que Yukito mantiene una relación mucho más estrecha (en todos los sentidos) con el hermano mayor de la protagonista con Touya. Son varias las ocasiones en las que se insinúa (y se ha rumoreado que se suprimieron algunas escenas al respecto para no escandalizar a la gente dada la época) que ellos están juntos y que se aman. Pero es que más adelante descubrimos que Touya estuvo con la señorita Mizuki, profesora de Sakura durante un corto período de tiempo. ¿Alguna referencia o extrañeza de algún personaje al respecto, del tipo «¿pero tú no eras…?» antes o después? Nunca.
- Syaoran. El chico de Hong Kong que llega a quitarle a Sakura las cartas. Al principio se siente atraído por Yukito. Luego acaba totalmente enamorado de Sakura. Nadie se sorprende del cambio. Ni siquiera él mismo. Es más, en un momento dado, se nos habla de que Syaoran se sentía atraído por Yukito debido a su poder mágico, pero él en ningún momento dice nada como «ya me extrañaba a mí, si a mí me gustan las chicas».
- Tomoyo. Amiga íntima de Sakura. No es solo que le preste una enorme atención, es que insinúa de nuevo varias veces que está enamorada de su amiga. Y ni ella se aleja por ello. Ni Syaoran se enfada… De nuevo, naturalidad absoluta ante los sentimientos de atracción hacia otras personas.
He puesto estos tres ejemplos como podría haber hablado de otros. Como de la relación que se insinúa (en este caso nunca se da a entender que pase nada, pero de nuevo, no se juzga) entre Rica y su profesor. O entre Meilin y Syaoran, que son primos. Y cuanto más primo, más me arrimo.
No, venga. Bromas aparte.
Esta serie hace una cosa maravillosamente bien. Y es que enseña de una forma sutil y suave que los sentimientos no hay que esconderlos ni reprimirlos. Es más, tampoco hay que etiquetarlos apresuradamente ni colgarte tú una etiqueta por sentirlos.
Nos habla del amor hacia las personas, sin adjetivos ni descripciones. Y anima a vivir esos sentimientos de una manera honesta y respetuosa, resultando tolerantes y abiertos a lo que puedan sentir los demás.
Touya es consciente de la fijación de su hermana con Yukito. Y sin embargo, jamás se inmiscuye. El profesor de Rica nunca hace otra cosa que ser amable. Tomoyo dice que ella es feliz viendo a la persona que ama ser feliz.
Y la lista es interminable. Esta es una serie magnífica para animar a las personas a escudriñar sus sentimientos y a estar cómodos con ellos.
Y solo por eso, ya merece la pena.
Conclusión
Cardcaptor Sakura es una serie que no recomendaría a una persona adulta que no la viera en su infancia hoy en día. Probablemente la encuentre lenta y demasiado pastelosa en algunos puntos.
Sin embargo, si la viste y te gustó, quizá la nostalgia te haga pasar por alto estos fallos y re-descubrir esta serie de aventuras sobre el autodescubrimiento y la expresión de uno mismo tal y como es.
Además, actualmente está en desarrollo una nueva serie que continua la historia de Sakura cuando va ya al instituto: Cardcaptor Sakura Clear Card Edition, un anime que comencé con bastantes reservas, pero que me está sorprendiendo gratamente hasta el momento. El siguiente artículo sobre Sakura será para hablarte de él y de si merece la pena.
Que por cierto, te dejo aquí un enlace al blog Cronologistas, que nos da el orden adecuado para ver todo lo que hay de Sakura hasta la fecha. ¡Muy útil!
Y esto sería todo. Me encantaría que me dijeras qué te pareció a ti Sakura en su día, o si la has vuelto a ver hace poco.
Espero poder traeros pronto más contenido sobre Sakura, una serie que marcó mi infancia y es uno de mis referentes culturales. Tengo intención de adentrarme en el manga para conocer más y ver las diferencias con el anime, y si lo hago te traeré un artículo con las diferencias siempre y cuando sean suficientes.
Así que ojalá hablemos pronto en el blog de Sakura. Eso significaría que estos dos artículos que ahora están en el horizonte están más cerca de lo que pienso. Hasta entonces…
¡Nos leemos!