Hoy hablamos de El Ciclo de la Luna Roja, una trilogía de fantasía oscura con tintes juveniles. Y es un libro de fantasía recomendado bastante especial porque hoy no hablamos de un libro, sino de los tres a la vez —¡y sin spoilers!—. ¿Quieres saber si José Antonio Cotrina, del que ya reseñé La canción secreta del mundo, ha vuelto a volarme la cabeza? ¿Quieres saber qué esperar de esta trilogía antes de lanzarte a comprarla? Pues quédate conmigo, que empezamos.
Sinopsis
Rocavarancolia es una ciudad bastante especial. Y en especial caben adjetivos como peligrosa, aterradora, ilógica… Pero lo más importante es que es una ciudad que agoniza.
Cada año, se hace una cosecha para atraer a niños y a niñas a la ciudad durante un año. Pasado ese tiempo, ellos deciden si quieren volver a su casa o se quedan en Rocavarancolia.
Para Héctor, un chico patoso y tímido, pero con un gran potencial interior, es una aventura difícil de rechazar. Cuando le ofrecen la oportunidad, firma el contrato casi sin pensarlo.
Sin embargo, no tardará en descubrir que Rocavarancolia no es exactamente como se la habían descrito; ni sus ciudadanos tampoco. Junto a otros once compañeros, Héctor tendrá que sobrevivir en la ciudad del horror, conocer los entresijos de cada calle y eludir cada siniestro hechizo. Pero no va a ser fácil. Tanto la propia ciudad como los monstruos que la habitan parecen dispuestos a todo por reducir sus posibilidades a cero.
Esta cosecha, la última esperanza para Rocavarancolia, tendrá que despejar la neblina que separa las fuerzas que tratan de ayudarlos en la sombra de las que quieren destruirlos cuanto antes. ¿Conseguirán sobrevivir un año entero en un mundo tan hostil?
Características de El ciclo de la Luna Roja
Edición disponible: autopublicada por Jose Antonio Cotrina. Puedes conseguirla firmada y dedicada aquí.
Versión en audiolibro disponible en Storytel.
Ilustración de cubierta: Libertad Delgado
Redactora: Gabriela Campbel.
Tapa blanda. 2000 páginas aproximadamente entre los tres libros.
Ambición, conspiraciones y verdades a medias
La historia de El ciclo de la Luna Roja es sin duda uno de los fuertes de esta trilogía. Olvídate de historias demasiado enrevesadas o de desarrollos que no llegan a buen puerto.
Tiene una trama bastante simple: los niños tienen que sobrevivir en Rocavarancolia. Esa es la premisa de la que se parte y la que copa la mayor parte de la saga.
Pero no creas que Jose Antonio Cotrina es un escritor de historias simples: desde el inicio nos va dando pequeñas dosis de subtramas que se van tejiendo bajo la de la supervivencia. Y lo hace con la maestría que le caracteriza; poco a poco, desvelando pequeños jirones de una tela que no parecía estar ahí al principio.
Al final del tercer libro ―La sombra de la Luna― sentía que la historia había crecido al mismo tiempo que lo hacía mi conocimiento de Rocavarancolia y sus personajes. Pero es algo que no percibí mientras leía.
Esa es la magia de la buena escritura: que, si puede ser, ni te enteres de que estás leyendo.
El elenco principal y secundario de El ciclo de la Luna Roja
Si es una novela que destaca, destacará en casi todos sus apartados. Pero creo que todos estaremos de acuerdo en que uno de los ingredientes más cruciales de una buena historia son sus personajes, porque es de quien nos encariñamos al final.
¿Me he encariñado yo de los personajes de Rocavarancolia? Irremediablemente sí. Quizá no de Héctor, el principal protagonista (es un poco niñatillo, la verdad), pero sí de otros co-protagonistas que están casi al mismo nivel de relevancia y de un buen porrón de secundarios.
Y aquí tenemos un punto fuerte: no es fácil hacer una novela con doce protagonistas (más los secundarios importantes) y que sepas sus nombres, cómo son hasta el punto de reconocer quién ha dicho algo antes de llegar a la acotación… pero Cotrina lo consigue.
Me quedo con Bruno, de Marina (especialmente en el último libro), de Natalia… Y de los secundarios, con miles: Dama Desgarro, los gemelos, Denéstor Tul…
Pero, sobre todo, me quedo con Esmael y su muestrario de frases despectivas y/o indiferentes. Me declaro fan de los ángeles negros. Tanto, que me he atrevido a hacer un montaje para ilustrarlos.

Si quieres ahondar en la cantidad de criaturas que Cotrina ha creado para este universo, pásate por este enlace. En él el autor cuelga dibujos que le llegan de sus lectores más jóvenes, y ver como concibe cada uno a dichos personajes es de lo más simpático. Nota de Álvaro: recomiendo que lo veas cuando hayas leído al menos los dos primeros libros, que te puedes comer algún spoiler majo.
Rocavarancolia: una ciudad viva
Evidentemente podemos decir mucho de la ambientación y de forma muy general: que está muy trabajada, que es compleja pero no abruma, que las descripciones son maravillosas…
Pero solo te voy a decir una cosa.
Rocavarancolia es un personaje más. Así como lo oyes. ¿Y por qué? Pues porque interactúa con la cosecha como lo haría cualquier secundario. Sus rincones cuentan una historia (o varias a la vez), tienen personalidad, cambian…
Este es el aspecto que más he disfrutado. La variedad de situaciones que podemos encontrar caminando por las calles de esta ciudad ficticia es para sentarse y pasar un buen rato (siempre que lo veas desde la barrera, claro).
Y vamos a confesarlo: por muy peligrosa que sea me encantaría pasear por sus calles. Me conformaría por verla en formado audiovisual ―Netflix, sé que puedes oírme. Ponte manos a la obra―.
La máquina de escribir de Cotrina
Cuando me imagino a Cotrina escribiendo sus novelas, me lo imagino pulsando las teclas con precisión. Las varillas golpeando con suavidad en escenas descriptivas; aporreando el papel como un redoble en los momentos de acción…
Lo voy a decir así, separado, para que esto se pueda copiar y pegar en cualquier parte:
La escritura de Jose Antonio Cotrina es perfecta.
No, no es solo que se sepa muchos adjetivos. Cotrina, como pocos escritores que haya visto, juega con la longitud de la propia frase para pausar o acelerar la acción, con la musicalidad de las palabras (cosa muy apreciable en los nombres que escoge para sus personajes), con la cohesión y el ritmo internos…
Podría seguir, pero creo que me entiendes.
¿Qué opino, en resumen, de El ciclo de la Luna Roja?
La trilogía de El ciclo de la Luna Roja es una saga sobresaliente. No tiene ningún pero.
La cosecha de Samhein, su primer libro, es más introductorio (como tiene que ser), pero no da la sensación de ser lento ni mucho menos. Se te presentan a los personajes, pasan cosas que giran en torno a este primer nudo argumental (sobrevivir), y ocurren cosas que terminan en un deslenlace.
En Hijos de las tinieblas, el segundo, Cotrina ahonda en la trama del primer libro y presenta algunos puntos argumentales nuevos. Explota al máximo la relación y sucesos forjados en el primer libro hasta conducirla a un desenlace que no deja a nadie indiferente.
Y ya el último, La sombra de la luna, bueno… El tercero son mil páginas. Sí. Mil. Y te reto a dejarlo a medias si eres capaz. No hay ni un solo descanso de todo lo que se ha ido cocinando en el primer y segundo volumen. Y una saga solo puede acabar con un conflicto final y un desenlace a la altura de las expectativas.
¿Las cumplió para mi gusto?
Creo que ya sabes la respuesta.
Este libro te gustará si…
- Te gusta la fantasía juvenil con tintes de fantasía oscura.
- Te gustan las novelas en las que adolescentes deben sobrevivir como puedan a múltiples peligros.
- Amas los libros en los que la ambientación destaca por su originalidad y su complejidad.
Este libro no es para ti si…
- No te gustan las sagas.
- Aborreces los libros con personajes adolescentes típicos.
24 septiembre, 2020
Le tengo muchas ganas a esta trilogía, ¡buen análisis!
02 octubre, 2020
Desde luego no puedo decir que sean ganas infundadas. ¡Vaya pasada de trilogía! Si te animas a leerla me tienes que contar qué te ha parecido.
Muchísimas gracias por pasarte a comentar, Ana. Esta es tu casa. ¡Un abrazo cibernético!