Cuando sacas tu libreta de entrevistas a escritores, le sacas punta a tu lápiz, y ves que el entrevistado se llama J. J. Poderoso, te asustas un poco. Es un nombre que impone.
Si luego buceas un poco por redes y te encuentras que lleva una cuenta de Instagram llamada Dados y mazmorras con más de 22 mil seguidores, que acumula miles de ventas entre sus dos libros (Cosas de Goblins y Relatos Shandalianos) y que le pega al rol de tacón, sacas un pañuelo para el sudor y echas un trago de agua para que no se te atasquen las preguntas.
Hoy viene a contarnos algunas cosas sobre él y sus libros. Así que, si quieres saber un poco más de por qué ya hay miles de turistas en Shandala, quédate y disfruta.
- ¿Por qué comenzaste a escribir? ¿Cuándo decidiste dar el paso para ser escritor?
Escribo desde pequeño, cuando no era más que un renacuajo (un goblin en potencia). Mi ejercicio favorito del colegio era aquel de «Continúa esta frase y crea un relato de X palabras». ¡Lo gozaba! Pero el paso «serio» me llega en 2014 cuando, a falta de mis partidas de rol, creo la página Dados y Mazmorras, donde mi pasión por contar historias renace; aunque también hay un relato de concursos de por medio que me impulsa a volver a escribir más que unas líneas. Es precisamente tras haber escrito ese relato, Subconsciente despertar, del cual quedé bastante satisfecho, cuando me decido al fin a cumplir uno de mis sueños más antiguos: escribir una novela. Y aquí estamos ahora, miles de libros después vendidos. Y sigo alucinando, pero tengo ganas de mucho más.
- Nombra a los tres escritores o escritoras que más te hayan influenciado y por qué.
Terry Pratchett es sin duda uno de ellos, y admiro muchísimo su capacidad para hablarte de cosas trascendentes mientras hace que te partas de la risa (si es que eres capaz de pillar sus chistes, claro…). Stephen King me cautivó por completo con su Torre Oscura, con personajes muy auténticos y variados, mezclando viajes en el tiempo, diferentes planos de la realidad, y todo con una prosa natural, nada forzada y moderna, comprensible y sin florituras. Y por supuesto tengo que nombrar a Margareth Weis y Tracy Hickcman, coautores de Las Crónicas de la Dragonlance, saga épica de Alta fantasía que me zambulló de lleno en un mundo del que no quiero salir.
- Una película y una serie de fantasía que te encante. Aparte de eso, ¿tienes algún otro vicio friki inconfesable?
¿Una sola película? ¡La Historia Interminable! Pero si me permites… La trilogía de El Señor de los Anillos es, con diferencia, mi fetiche cinéfilo. ¿Una serie? Si debe ser de fantasía diré Juego de Tronos, aunque The Witcher apunta maneras, y ya veremos qué tal acaba este duelo… Pero, si debo decir una serie favorita, en realidad debo decir Dragon Ball (sobre todo DragonBall Z), ¡y por detrás seguramente irían mis amados Simpsons! ¿Friki inconfesable? Pues… Soy un flipado de las artes marciales, que de hecho, en la vida real (y no en los locos años de pandemia que estamos viviendo ahora) es a lo que más tiempo dedico desde hace 10 años. De inconfesable creo que poco tengo que decir, y si lo tuviera seguramente no lo diría, que por algo es inconfesable, ¿no?
- Hablemos de una de tus novelas. Cosas de Goblins es una historia de fantasía adulta con los malos como protagonistas. ¿Qué dificultades tuviste a la hora de aportar el punto de vista de una raza como los goblins?
Por desgracia fue demasiado fácil. He conocido suficientes personas ya como para haberme topado con buenos sujetos. Gente buena que hace el mal sin querer, gente mala que hace el mal por placer, gente neutral que hace lo que más le conviene sin pensar en cómo deja eso a los demás… Y por si fuera poco, el mundo está lleno de estos ejemplos. Son goblins porque eso dije. Pero, tú que has leído la novela: ¿habría que cambiar grandes cosas si el clan Inmisericorde fuese de humanos en lugar de goblins? ¿Acaso entre nosotros no nos discriminamos y etiquetamos a ciertos grupos como malos o peligrosos, y de esta forma los condicionamos a serlo para sobrevivir en nuestro mundo? Llámalos goblins o como tú prefieras, pero no es difícil encontrar referentes en nuestra realidad.
- Más recientemente has autopublicado la novela Relatos Shandalianos, ambientada en el mismo mundo que tu novela anterior. ¿Te resultó difícil encontrar un modo de clasificar y ordenar los nueve relatos que componen tu segunda obra? ¿Qué le dirías a todos aquellos que son reticentes a leer libros de relatos? ¿Cuáles son sus bondades en comparación con una novela «de las de toda la vida»?
Respondiendo a la primera pregunta: no, no resultó difícil. Entre los relatos hay pocas conexiones, así que muchos se podían alternar, y los que necesitaban alguna referencia para mayor comprensión iban quedando tras los relatos donde se diera esta referencia. Así que es bueno prestar atención al leerlos. Para la siguiente pregunta les diría que lo bueno que tienen los relatos es que en poco tiempo condensan una historia, que puede dejar tanto o más poso que una novela de cientos de páginas. Y ya se sabe que el tiempo es oro. Además, estos relatos son perfectos para oxigenarnos durante una lectura más tediosa o larga, o para cambiar de aires entre libro y libro de alguna saga. Además, un relato antes de dormir no hace daño a nadie…
- En tus libros podemos encontrar una enorme variedad de personajes. ¿Sientes predilección por alguno? ¿Por qué motivo? ¿Cuál crees que es el que más suele gustar a tus lectores/as?
Siento predilección por muchos: Quilontio, ese dragón dorado, bueno pero con un peligroso temperamento; a Fhurk, el reconocido Lobo Verde, temido allí donde va, astuto, letal y disciplinado; pero… Gharn se lleva mi corazón por su inocencia, inteligencia y curiosidad. Por supuesto a Jurien también la tengo en alta estima, pero con ella tengo una relación amor-odio. A veces la mataría, o la abrazaría, e incluso a veces me colaría entre sus sabanas (el escritor ríe de forma siniestra).
Por otro lado a mis lectores suele encantarles Jurien y Gharn, aunque sobre todo Gharn. Y luego El Lobo Verde tiene bastantes admiradores y admiradoras. El más odiado sin duda es Ghyrk; y motivos para ello no faltan.

- Nos gusta mucho preguntar a los escritores/as por los mundos que han creado, pero muchas veces se nos olvida o preferimos no preguntar por los que están en proceso. ¿Qué estás escribiendo ahora? ¿Puedes hablarnos de algunos de tus proyectos para el corto/medio plazo?
A corto plazo publicaré una aventura de rol con Adrià Carreras, de la cual me declaro sobre todo colaborador, en la que al fin Shandala, mi mundo de fantasía, abre sus puertas a jugadores de rol en una aventura repleta de magia. Además, estoy escribiendo Más Cosas de Goblins, y como no me gusta demasiado abrir muchos frentes (pues si lo hago seguro que alguno acaba cayendo en el olvido) ahora estoy centrado en esto. Así que sigo en Shandala, continuando una historia que debe ser concluida (para evitar posibles represalias de mis estimad@s lector@s). Disfrutando, eso sí, de reencontrarme con algunos de mis personajes (no diré cuáles para mantener la tensión durante la lectura. ¡En mis escritos no hay nadie que esté a salvo!).
- La fantasía es un género bastante denostado por sus hermanos literarios. No es poco corriente encontrarse a gente que, cuando les dices lo que leemos/escribimos, enarcan una ceja condescendiente y te preguntan eso de: «¿y con la edad que tienes no deberías leer algo más… de adultos?». Uno de los motivos para que otros la vean como un género para niños, entre otros muchísimos, es el uso de mapas, ilustraciones y otros complementos que van más allá de lo meramente literario. Tú colaboras con muchos ilustradores para incluir ilustraciones en tus historias (cuatro en Cosas de Goblins, nueve en Relatos Shandalianos). ¿Qué crees que aportan dichas ilustraciones a tu obra? ¿Por qué decidiste incluirlas? ¿Qué le dirías a esas personas que dicen que la fantasía es un género menor?
Ahora comenzaré por el final. A esa gente no les diría nada en absoluto porque no me gusta perder el tiempo con gente que no tiene buen gusto… Pero si lo tuviera que hacer les diría que posiblemente no han leído el libro adecuado para ellos. Que clases de fantasía hay muchas también, y que, a través del género fantástico, podemos transmitir un mensaje tanto o más trascendente que el que se pueda hallar en cualquier otro género (si es que eso es lo que les preocupa).
En cuanto a las ilustraciones, cualquiera que me siga en redes sociales sabe que es algo que me encanta. Pasaría horas perdido entre ellas (y al cabo de la semana así es, pues la página necesita material a diario, ¡es un monstruo insaciable de ilustraciones!), sobre todo si son fantásticas. Al fin y al cabo, la ilustración fue la primera forma de narrativa. Las palabras nos cuentan lo que sucede mientras que una ilustración nos lo enseña. Son dos artes que, como el cómic bien ha demostrado, juntos son todavía más efectivos. Y si disfrutar de una buena ilustración o de un mapa (de los cuales yo no soy muy fan, nótese que todavía no he creado ninguno para Shandala y tampoco tengo intención de hacerlo por el momento) nos convierte en unos críos, pues permítanme pedirme el papel de Peter Pan para mí y que sean ellos quienes limiten su placer a solo unas letras (que ojo, bien hermosas y dignas son también por sí solas).
El porqué decidí incluirlas… Como es algo que a mí me gusta encontrar, pensé que era justo incluir algunas, pero fue el comentario de una amiga, Laura (@srta.lioncourt), que me dijo algo así cuando le comenté mis dudas al respecto (pues gratis no son): «¡Pero eres Dados y Mazmorras! ¡Las ilustraciones forman parte de tu estilo!» (Esto no es literal, sino aproximado, que yo no soy conocido por mi gran memoria precisamente…).
- Cualquiera que bucee un poco en tu cuenta de Instagram o en tu canal de Youtube va a encontrar una pasión muy clara: las partidas roleras. Aunque esta mini-sección es la de la pregunta absurda, permíteme que te haga dos. Una absurda y una un poco más profunda.
- La absurda. Estás en Shandala, y te acompañan dos de tus personajes de Cosas de Goblins. En vuestra búsqueda para salvar el reino de un terrible destino, os metéis en una gruta y debéis separar caminos. Jurien girará hacia la izquierda; Gharn, a la derecha. Solo puedes acompañar a uno de los dos, y en una tirada afortunada para ver el futuro (una de tus maravillosos poderes especiales) has visto que con Jurien consigues la victoria, pero con una altísima probabilidad de morir al final. Por el camino de Gharn, estás seguro de sobrevivir, pero no de conseguir tu objetivo. ¿Con quién te irías? ¿Por qué?
¡Dependerá de de si valoro ese reino y a su gente o no! Pero vamos a suponer que sí. En ese caso acompañaría a Jurien, pues si tengo que caer para proteger a quien quiero lo aceptaré. Además, hay una pequeña posibilidad de sobrevivir, ¡no es un completo suicidio! Pero si el reino me fuese indiferente posiblemente me iría con Gharn. (¡Si directamente fuese contrario al reino y a sus gentes ni lo dudaría! Me voy con el pequeñajo y a vivir, jajaja).
- La profunda. Fantasía es prácticamente un sinónimo de magia. Los dragones o magos/as son tan habituales que ya nos cuesta pensar en algo distinto, pero hay mucho por explorar. Ya que ambos escribimos fantasía ambientada en un mundo medieval, tomemos como referencia rolera Dungeons and Dragons. ¿Qué razas y clases crees que están más desaprovechadas en novelas de fantasía?
¡El monje y el bardo! ¿Por qué no hay historias sobre ellos? Pero en general pienso que se suele dar mucha relevancia a magos y guerreros, incluso a pícaros, pero el resto están bastante olvidados. No es casualidad que yo me decidiera por una alquimista para mi novela. Pero echo en falta historias sobre druidas, invocadores, clérigos, bardos, monjes, paladines e incluso bárbaros (por no decir todas las otras clases no tan comunes). Y de razas desaprovechadas… ¡Los orcos y goblins! Y cualquiera que no sea de las más típicas: elfos, enanos, medianos y humanos.
En esta sección, piensa en una pregunta que nunca te hayan hecho en ninguna entrevista pero te encantaría que te hicieran, y respóndela.
- Aparentemente Cosas de Goblins no es más que un simple divertimento, ¿pero hay algo más de lo que se muestra a simple vista?
Sí, por supuesto que lo hay. Como ya he dicho antes, hablo de goblins pero podríais llamarlos de cualquier modo que represente a una minoría marginada en vuestra sociedad. Y la pregunta subyacente es: ¿es el goblin malo por ser un goblin o porque lo han criado como tal y no le queda más remedio que ser así para sobrevivir? La verdad es que se da por hecho que es una criatura maligna, pero nunca nos hemos preguntado si han tenido oportunidad de ser algo más. ¿Me seguís ya? Lo que quiero decir es que Gharn es un goblin, pero le da mil vueltas a muchos humanos que todos conocemos. ¿Entonces por qué se juzga con tanta soltura a una raza al completo? ¿Cómo serían Gharn y sus hermanos de haberse criado en una casa con amor y bienestar? ¿Cómo serían de poder convivir entre nosotros como iguales?
Así que sí, creo que Cosas de Goblins es algo más que simple divertimento, y entre sus líneas hay más de un tirito escondido (dirigido a quien quiera ofenderse con ellos, ¡por supuesto! Pero ya sabemos que en este mundo goblins no hay, ¡pero ofendiditos encontramos a patadas!). Y recordad, que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Vivimos en un mundo de grises, y eso del bien y del mal, la luz y la oscuridad, es cosa de los antiguos libros de fantasía, lo más vendidos, los más venerados, los libros sagrados (no me hagáis decir sus nombres que ya los sabemos todos, ¡y bastantes desgracias nos han traído ya!).
¡Eso sí que es acabar con contundencia! Pues hasta aquí la entrevista a J. J. Poderoso, a quien deseo (deseamos) muchísima suerte en estos y en sus futuros proyectos. Si te has quedado con ganas de saber qué tal está Cosas de Goblins, no lo dudes, pásate a ver esta reseña sin spoilers.
Y a ti, amante de la fantasía, darte una vez más las gracias por pasarte y dejar a tu entera disposición la caja de comentarios (aprovecha, que puedes usarla gratis de momento… jaja) para decirme a mí o a J. J. que te han parecido estas reflexiones.
¡Nos leemos!
14 mayo, 2021
Pedazo entrevista, es muy fresca y las respuestas de J. J. Poderoso no se quedan atrás.
La fantasía es un género literario iguales a otros que sirven para contar las preocupaciones y aprender de las experiencias. ¿Qué más da si lo vives a través de un goblin, un humano, un fantasma o un extraterrestre?
P.D: Quilombo es uno de mis personajes favoritos porque es «redondo» con sus contradicciones y preocupaciones, además de Gharn.
27 mayo, 2021
¡Cuanta razón llevas, Santi! De hecho, cuanto más leo y veo fantasía, más me doy cuenta de lo importante que es que la historia, a pesar de transcurrir en Narnia, en la Tierra Media o donde al autor/a se le ocurra, hable sobre nuestro mundo. Es una idea que me ronda para algún artículo cortito de opinión, porque veo mucha obra dentro del género en la que tengo la impresión de que aparecen elfos simplemente porque alguien pensó que estaba guay escribir una trama con elfos. En fin, da para mucho este tema, y suscribo cada palabra de tu amable comentario.
¡Gracias por pasarte por aquí, compañero!